El principio de la polaridad ⟡

4/25/2025

Hoy vengo a compartir contigo algo que desde hace tiempo ha formado parte de mi estudio e indagación. Y, sin rodeos, quiero hacerlo desde la perspectiva astrológica —chas— y atravesando matices de la obra junguiana —yes—.

Prepárate un buen café o infusión y léeme con calma, que esto tiene miga.

La idea base antes de nada: de la integración de los opuestos, emerge la propia vida y, bajo esta premisa, la Astrología nos muestra un camino de integración, que es el fin último de comprender el sentido de la polaridad.

Y ahora sí, te lo desgrano.

--

Carl Gustav Jung plasmó en su gran obra «La Interpretación de la Naturaleza y la Psique» la relación del vínculo, especialmente a través del concepto de la sincronicidad. Jung defendía la conexión acausal: la naturaleza de ese vínculo que va más allá del entendimiento racional y que ha de darse para experimentarnos en completitud.

Esta perspectiva —la sincronicidad de los hechos y el lazo entre el inconsciente colectivo y la conexión con lo que se manifiesta— ilumina uno de los misterios más hermosos y a veces desconcertantes de la vida.

Dicho en cristiano: la conexión con los demás.

¿No te preguntas alguna vez por qué te sientes naturalmente tan atraída hacia ciertas personas? ¿O por qué algunas relaciones te desafían a crecer de maneras inesperadas y retadoras para ti?

Como si Cupido tuviera un mapa secreto trazado en las estrellas... y es que, en cierto modo, lo tiene. En Astrología «el fenómeno de Cupido» es un concepto simbólico y ayuda a esclarecer la atracción entre dos personas, especialmente desde una perspectiva de relaciones, vínculos y polaridades.

La Astrología, esa gran sabiduría ancestral interpretando el lenguaje del cielo, nos ofrece aquí una clave fascinante: comprendernos a través de las polaridades.

Piensa en ello por un momento.

Toda la vida surge de una danza increíble entre opuestos que se necesitan, que se complementan. Venimos de la unión mágica de lo masculino y lo femenino. De la integración perfecta entre un símbolo de Padre y un símbolo de Madre. Del Cielo y la Tierra. Del Yin y el Yang. Como dos orillas de un mismo río, somos diferentes pero parte de un flujo mayor.

Esta idea, este Principio de Polaridad, nos señala que todo tiene su par opuesto, y que esos opuestos, en el fondo, son caras de la misma moneda. A veces, incluso los extremos, pueden llegar a tocarse.

→ Principio de la Polaridad: «todo tiene su par de opuestos, todo es dual, todo tiene dos polos, los semejantes y los antagónicos son lo mismo, los opuestos son idénticos, pero diferentes en grado, los extremos se tocan».

TU CARTA NATAL Y LA NATURALEZA DE TUS POLARIDADES

Imagina que tu Carta Natal es un jardín interior. Dentro de él, conviven todas estas energías.

Los doce signos del zodíaco no «existen» de forma aislada, sino que forman parte de un todo unido y conforman seis ejes, seis puentes que conectan energías aparentemente contrarias.

Lo fácil, lo habitual, y a veces, lo que sentimos como «natural» es acomodarnos en una de las polaridades y descartar la otra. Pero el despliegue de la consciencia busca aprender a transitar por ese puente de unión que une ambas orillas del mismo río. Integrar y reconocer que ambas energías viven en ti y en tus relaciones.

Piensa en los elementos. El Fuego —apasionado— y el Aire —mental— son nuestra chispa y nuestras ideas, esa pura energía Yang, que necesitan del sostén de la Tierra —práctica— y la profundidad del Agua —emocional—, nuestra base y nuestro sentir, la receptividad Yin.

El cosmos busca el equilibrio y de no hallarlo en tu interno, lo encontrará proyectado en el afuera. De ahí que una energía no reconocida en ti se manifieste en alguien a tu alrededor para «compensar» esa carencia o desbalance.

Además de los elementos (Fuego, Aire, Tierra y Agua), se despliegan los ejes zodiacales, cada uno, una lección de vida, un camino hacia una mayor plenitud:

1. Aries - Libra (El Eje de la Relación): Aquí aprendemos sobre el «Yo Soy» frente al espejo del «Tú». Es el impulso valiente de Aries que necesita la armonía y la mirada del otro, de Libra, para encontrarse. Es el baile entre la autoafirmación y la cooperación.

2. Tauro - Escorpio (El Eje de la Forma y la Transformación): Este es el eje de la vida y la muerte, de lo tangible y lo profundo. Tauro nos enseña a valorar, a construir, a disfrutar de la materia. Escorpio nos sumerge en las aguas de la transformación, nos invita a soltar, a morir para renacer, a conectar con la intensidad emocional y el poder oculto. Es el ciclo eterno de la creación y el dejar ir.

3. Géminis - Sagitario (El Eje del Conocimiento): La curiosidad infinita del eterno aprendiz (Géminis) se encuentra con la sabiduría expansiva del maestro (Sagitario). Es pasar de la información al conocimiento profundo, de la pregunta cercana a la búsqueda de sentido trascendente. Nos recuerda que para enseñar de verdad, primero debemos haber vivido, encarnando la experiencia profunda y haber aprendido con ello.

4. Cáncer - Capricornio (El Eje del Poder y la Pertenencia): Aquí se encuentran nuestras raíces (Cáncer), nuestro hogar, la nutrición emocional, la tribu..., con nuestras alas (Capricornio), la estructura, la ambición, el rol social, la cima de la montaña que queremos alcanzar. Es el equilibrio entre el mundo íntimo y el mundo público, la base segura y el legado que construimos.

5. Leo - Acuario (El Eje de la Creatividad y la Individualidad): El brillo único del corazón (Leo), la expresión creativa individual, la necesidad de ser visto y reconocido... se encuentra con la red (Acuario), la conciencia colectiva, la innovación al servicio de la humanidad. Es aprender que tu talento único cobra aún más sentido cuando lo compartes y contribuyes al bien común.

Nota de quien te escribe: Soy Sol en Leo y Luna en Acuario… este eje dio todo el sentido a mi existencia.

6. Virgo - Piscis (El Eje del Servicio y la Trascendencia): El orden práctico, el servicio detallista, el análisis minucioso (Virgo)... se funden con la entrega compasiva, la disolución de los límites, la conexión espiritual con el todo (Piscis). Es el puente entre el trabajo terrenal y la redención espiritual, entre la forma concreta y el caos inspirador del universo. Nos habla de la dedicación nacida del amor.

Lo creas o no, el lenguaje arquetípico que nos muestra el cielo tiene mucho que ver con nuestra capacidad de experimentarnos a través del amor y de las relaciones. Es a través de éstos que creamos lazos de unión y ese es precisamente el sentido de comprender en toda su magnitud tu energía natal y su despliegue. Comprender dónde la vida te muestra por reflejo lo que no quieres o no sabes integrar, o te trae situaciones para balancear tu polaridad retándote a decantarte hacia lo no ton «natural» para ti.

Tu pareja puede ser tu polaridad complementaria. Tus amigos, tus hijos, tus compañeros de trabajo. Comprender mejor la dinámica de los opuestos complementarios elevará un mejor desarrollo en tu nivel de consciencia.

Ese reflejo del Otro, bien integrado, te lleva a una mirada más compasiva y completa. Alquimiza tu psique al comprender que en ese desafío de «a dos» crece y florece la Consciencia Vincular.

Algunas preguntas poderosas para ti:

• ¿Qué te molesta de la energía del Otro que necesita ser integrada en ti?

• Si te molesta su libertad, ¿a qué parte de ti le estás reprimiendo la libertad?

• Si te incomoda su carácter abierto y distendido con el resto, ¿qué parte de ti tiene miedo a ser juzgada ante la opinión ajena? ¿dónde te cierras por miedo a sentirte vulnerable?

• Si es su desorden el que te saca de tus casillas, ¿a qué orden extremo estás sometiendo tu vida para sentirte segura?

• Si es te confronta su carácter desapegado ante los problemas, ¿qué problemas estás sosteniendo como víctima para justificar tu parálisis?

(Puedes anotarlas y tratar de responderlas en tu cuaderno.)


Es así como transformamos nuestras tensiones internas en una consciencia más amplia, más compasiva, más conectada.

Este viaje de integración es un camino precioso, a veces desafiante, pero siempre enriquecedor.

Quizás hoy puedas observar tus propias relaciones, o incluso las tensiones dentro de ti, con una nueva perspectiva, con la curiosidad de alguien que explora para conocerse de un mejor modo.

Para un sentido más profundo, si quieres contar con tu propia Carta Natal, puedes consultar mi servicio directamente aquí 🌹.

Un abrazo. Como siempre, Desde algún rincón del Universo.

Cris.

Cris Miralles
Mentora de Bienestar Cósmico e Integral

La energía, en el centro.

Cartas que podrían ser terapia.

Suscríbete a mi newsletter.